Inmediatamente despues

Luego de que el termino en mi nalga, todavía con la sensación de placer que teníamos los dos, me beso tiernamente y me pregunto donde quedaba el baño. Yo todavía de rodillas en el sofá, pase mi mano izquierda sobre mi nalga y sentí el semen que mi macho había depositado sobre mi y lo trate de recoger con mis dedo llevándolo luego a mi boca, donde disfrute del regalo que mi macho me había dado. Me pare, lo tome de la mano y lo lleve al baño. El se lavo su pene mientras yo me senté en la poceta para hacer pipi como toda una nena mirando a mi macho. Me pregunto si me gusto y yo le dije que me encanto y se inclino delicadamente para darme un beso muy tierno mientras yo estaba sentada. El espero al lado mío y cuando termine, me limpie y nos fuimos tomados de la mano hacia el sofá donde lo habíamos hecho tan ricamente. Estuvimos hablando un rato, no recuerdo cuanto tiempo fue, conociéndonos mas después de haber compartido ese momento tan sublime de placer. Luego de unos segundos de silencio, se puso de pie sobre el sofá frente a mi y me pregunto si quería intentarlo otra vez mientras su pene colgaba justo en mi cara. Yo sonreí, tome su pene suavemente con mi mano y lo introduje en mi boca. Comencé a chuparlo suavemente y sentía como su pene se ponía cada vez mas grande y mas duro dentro de mi boca. El comenzó a excitarse mucho y me decía sin parar:
- Que rico lo mamas amor, eres una Diosa.
Lo repetía una y otra vez y yo de verdad me sentía toda una Diosa dándole placer a mi macho. Se bajo del sofá y se sentó. Yo me incline hacia para seguir con la deliciosa tarea de darle placer chupando y acariciando su pene, que para ese momento estaba realmente muy duro y grande. Seguí manándole su pene no se por cuanto tiempo, hasta que el me dijo:
- Ven amor, siéntate sobre mi.
Yo me pare, abrí mis piernas y me coloque sobre el, de frente colocando mis brazos sobre sus hombros. Me agarro por las nalgas para acomodarme, y con una mano tomo su pene mientras lo direccionaba hacia mi culito, que ya estaba palpitando esperando sentirlo nuevamente.