El mundo al revés, cuando he visitado alguna trans, me suele abrir la puerta en ropa interior, o al menos vestida muy sexy, mientras yo voy vestido de calle dela cabeza a los pies. Aquí estaba yo en albornoz, sin ropa interior, (había perdido el slip en la refriega), luchando porque no se notara el misil que tenía entre las piernas y tenia delante de mi dos pivones de infarto vestidas con ropa sexy pero nada vulgar que entraron, y sin dirigirme palabra se colgaron de Joao. Lía le metió la lengua hasta la garganta, mientras Marcela le acariciaba su polla morcillona y le hacía algún comentario que no entendí sobre el modelito de braguita que se gastaba.
Una vez recuperada la tranquilidad y tras las presentaciones, Marcela y Lía entraron en el cuarto de baño y al rato regresaron las dos en ropa interior. Marcela llevaba un conjunto negro casi transparente que realzaba un cuerpazo increíble y escondía su secreto con dificultad. Lía llevaba un precioso sujetador de encaje azul y lo combinaba con un tanga blanco que desaparecía entre los mofletes de un culazo brasileño inenarrable. La Virgen María, que espectáculo más celestial.
Miré a Joao que estaba con una sonrisa de oreja a oreja, y no pude por menos que preguntarme cuantas veces se habría follado a esta pareja.
Pero el juego había empezado, Marcela me metió la lengua hasta la campanilla, a la vez que apretaba su cuerpo contra el mío. Vaya un abrazo, por Dios. Por su parte Lía, mas directa, le estaba haciendo un solo de flauta a Joao, que parecía agradecer el detalle. El morreo de Marcela empezaba a despertar otra vez al pequeño campeón, que siempre me acompaña, y pensé que ya era el momento de hacer algunas averiguaciones. Le quité el sujetador a Marcela y aparecieron dos sabrosas tetas que no pude resistirme a saborear. Tenía los pezones duros y quise pensar que el tamaño de mi polla (calzo un mandoble mas que aceptable, según me dicen) , estaba siendo del agrado de mi amiga. Los lametones los compaginé con una expedición de mi mano izquierda hacía su entrepierna explorando dentro de su braguita.
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