No la conteste, simplemente la meti en mi boca y empece a mamarla mientras notaba como iba aumentando su volumen. Tras varios minutos se corrio en mi boca y nos besamos apasionadamente compartiendo su rico y calentito semen.
Yo estaba mas caliente que una moto, tenia los huevos duros y necesitaba descargar. Me comento que podiamos irnos y acabar la noche en un hotel con su amiga. Asi lo hicimos, pero esa sera otra historia de la que quiza haya sido la mejor noche mi vida.
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